TRUCHAS AL VAPOR

Un día domingo, la visita de unas muy queridas amigas de la universidad, mi esposo, mi hija y una comida sencilla, rápida y sabrosa que nos una a todos en una deliciosa conversación, bromas, recuerdos de nuestros momentos de juventud, hoy sólo una dulce sangría como aperitivo: un poco de vino, jugo de naranja, piña, manzana y algo de azúcar, hielo no hace frío en Trujillo.

Lavar las truchas ponerles jugo de limón, sal a gusto, cortar finamente una cebolla, tomate en rodajas muy finas, poner unas gotas de aceite en una sartén freír ligeramente las cebollas y el tomate, poner las truchas con un poquito de orégano (opcional) tapar y bajar el fuego, dejar las truchas por unos 10 minutos, verá que van soltando un jugo muy sabroso, servirlas en una fuente grande, poner en fuentes lo que ustedes deseen: arroz blanco, papas sancochadas, ensalada, en fin cada persona puede hacer la combinación que más quiera, pero la mejor combinación es la armonía de los que participen en esta celebración de un día más de vida.

PATO AL HORNO CON DURAZNOS

Una de las carnes que más me gustan es la de pato, estoy acostumbrada a preparar seco de pato, arroz con pato, este plato era uno de los platos estrella de nuestra madre, pero más adelante les daré la receta, escabeche de pato, pero el pato al horno solo lo comía en el chifa, no me atrevía a prepararlo hasta que un día vencí mis miedos como me dice mi hija y decidí  salir a buscar un lindo pato entero de unos 2.5 kilos, lavarlo, quitarle el exceso de grasa ya sabemos que la grasa del pato es lo que le da el sabor pero es bueno sacarle un poco por lo menos de las zonas a donde más hay: en la rabadilla y bajo el pecho, condimentarlo con vinagre, sal, pimienta comino y sillao (salsa de soja), todos estos condimentos a gusto, dejarlo reposar unas tres horas.

Hasta eso en una olla poner aproximadamente un litro de agua y hervir las patas, el cuello, las puntas de las alas, la molleja y la cabeza si la tuviera (sin pico y muy bien lavada) con dos dientes de ajo, sal, orégano, al final una cucharadita de sazonador,  una vez que que redujo aproximadamente  a una taza y media de caldo colar. 

Este es el momento de descartar al pato de la infusión y frotarlo bien con  4 cucharadas de miel de abeja, rociar con un poquito de canela china o de la otra y poner  al horno moderado durante dos horas y media, durante este tiempo  se humedecerá con el caldo previamente preparado. Pinchar al pato en el pecho y las piernas para verificar que ya no sale jugo rosado, es el momento de retirar el pato y ponerlo sobre una fuente con los duraznos en tajadas, el jugo del pato al horno se retira se pone en depósito a parte, cortar el pato y servir con arroz blanco y si desean con alguna ensalada de suave,  recomiendo servir un buen vino para disfrutar aun más.

EL ESPÍRITU DEL VINO

Hoy no daré ninguna receta de comida, transcribiré unos párrafos de: AFRODITA Cuentos, recetas y otros afrodisíacos, de Isabel Allende,  novelista y periodista chilena que con un gusto especial escribió como el sexo y la comida preservan las especies, provocan las guerras, concilian disputas, en fin este libro es una recopilación de una sensual colección de consejos, recetas y afrodisíacos que mezclan erotismo y gastronomía y buscan despertar nuestros sentidos y deseos.

   

El espíritu del vino

"Néctar de los dioses, consuelo de los mortales, el vino es un maravilloso brebaje que tiene el poder de alejar las preocupaciones y darnos, aunque sea por un instante, la visión del Paraíso.  No se puede negar el poder afrodisíaco del vino: en cantidad moderada dilata los vasos sanguíneos, llevando más sangre a los genitales y prolongando la erección, desinhibe, relaja, alegra, tres requisitos fundamentales para una buena ejecución, no solo en la cama, también en el piano"... 

..."La variedad de vinos es infinita determinada no solo por las regiones donde se produce, los tipos de uva, y el proceso de fermentación, sino por el año y hasta la hora de la cosecha. La madera del barril, la temperatura, el humor y el amor de quienes lo fabrican, los espíritus que rodean por la noche en las cuevas donde el vino duerme, todo afecta al producto final..."   Isabel Allende.

Entonces queridos amigos que tienen la paciencia de leer este blog, puedo darles algunas razones comprobadas para disfrutar de una

 copa de vino no sólo las razones de Isabel desde ya convincentes: 
- Un corazón contento, si contento porque cardiólogos canadienses analizaron más de trece estudios para encontrar que los que toman vino rojo tenían 32% menos ateroesclerosis que los que no toman vino tinto. 
- Larga vida, investigadores en Harvard han encontrado que el resveratrol (sustancia que está en la cáscara de la uva) enciende una enzima que disminuye el proceso del envejecimiento, extendiendo la vida de la levadura hasta un 70%. Si el mismo proceso funciona de la misma forma en los humanos, los investigadores creen que esto puede alargar la vida promedio de los seres humanos hasta diez años.

Hay muchas más pruebas pero para que cansarlos, para mi la mejor de todas es que una buena comida en buena compañía y con una copa de Cabernet Sauvignon o Syrah o Malbec o Merlot  es como tener la visión del Paraíso por unos momentos.

Receta del ceviche simple

En mi entusiasmo de nueva blogera,  la receta del ceviche según mi preparación era la que describí dentro del artículo, pero  debo ser más explícita y para alguien que quiera repetir mis recetas no le dejé ninguna salida, por lo tanto aquí van  las cantidades y algunos de mis secretos:

Para 4 porciones

Ingredientes:

-  800 gr de filete de pescado (corvina, lenguado, ojo de uva o el humilde jurel que tiene un gran sabor y muchos omegas, en fin debe ser un pescado fresco y de carne consistente) 
- 15 limones
- 02 ajíes limos rojos
- 01 cebolla rosada
- 01 ramita de culantro
- Sal a gusto
- Hojas de lechuga
- 02 choclos
- 04 camotes
- 1/2 Kl de yuca

Preparación:

Hervir los choclos partidos por la mitad con un poco de azúcar, sí están un poco maduros y se ponen amarillos rociar unas gotitas de limón al momento de retirar de fuego, esto los pondrá blancos y tiernos. Pelar  cortar y hervir las yucas, hervir el camote con todo cáscara. Lavar las hojas de lechuga.

Cortar el pescado en cuadritos  de 1 cm  aproximadamente, poner en un depósito. Lavar bien los limones y cortarlos por la mitad, importante dejar estos dentro de un depósito de agua e ir exprimiendo pero cuidadosamente de no ajustar demasiado para que el sabor amargo de la cáscara no eche a perder nuestra preparación, picar uno de los  ajíes sin venas y frotar bien junto con la sal dentro del jugo limón, cubrir con esta preparación el pescado revolver, dejar reposar unos minutos. Cortar finamente la cebolla  (en juliana se  llama) lavarla dejarla en un colador para que escurra el agua, picar unas cuantas hojitas de culantro,  esparcir   las cebollas y el culantro sobre el pescado revolver, el ají restante cortarlo con todo venas y ponerlo como adorno sobre el ceviche,  servir sobre unas hojas de lechuga, acompañar cada plato con una mitad de choclo,  camote, y un trozo de yuca.

Importante los tiempos para servir el ceviche depende de cada gusto, algunos lo hacen de inmediato, otros dejan que el limón curta un poco el pescado, pero esto es como dije a gusto de las personas.  

A propósito del día del ceviche peruano

Somos peruanos y como tales sabemos lo que es saborear un picante ceviche (sólo de recordarlo se me hace agua la boca), el 28 de junio se celebró el Día del ceviche peruano, sí PERUANO: con limón, ají limo rojo, sal, cebolla y una pizca de culantro o un poco de yuyo o cochayuyo como le dicen aquí en el norte, sobre hojas de lechuga, adornado con cancha y para calmar ese delicioso picante unos trozos de dulce camote y choclo tierno.

Hay muchas variantes de este plato como diferentes gustos tenemos  cada una, pero yo me quedo con esta sencilla pero deliciosa preparación, acompañado de una chicha morada  bien helada o porque no de una chicha de de jora de año como se acostumbra en Magdalena de Cao.

A modo de introducción

No siempre tuve la buena costumbre de disfrutar de la comida, cuando niña debían exigirme comer pues con un bocado bastaba para decir "estoy llena ya terminé" y dejar mi plato casi como me lo sirvieron, plato preparado por cierto con mucho esmero por mi madre, cocinera muy buena y dedicada, que a su vez heredó la buena sazón de su madre, yo solo  disfrutaba de ver la mesa del desayuno con panes rellenos con pejerreyes arrebozados, o escabeche de pescado, café caliente recién pasado solo para mi mamá y para nosotros avena o quinua con leche. Los almuerzos eran de igual forma suculentos,  sabrosos y fragantes, pero yo nada que ver,  no quería comer,  era una batalla el que coma, mis hermanos mayores se encargaban de ello,  aun así  supongo que quedaron en mi memoria los distintos sabores y la sazón heredada por la buena mesa, que mas tarde que temprano se hicieron presentes y empecé a cocinar a la edad madura;  puedo decir que no me arrepiento de haber evitado las dietas pues mi gusto por las comidas fue más fuerte que la vanidad de conservar una esbelta figura, así como también de haber descubierto ese gusto especial por el buen vino y tampoco me arrepiento de haberme dejado llevar por la maravillosa experiencia de haber encontrado un gran amor.